Fue al doctor. Su mujer se había ido hacía tiempo y su hijo insistió en acompañarle. Esperaba en la sala de espera asustado, sin saber muy bien porqué. Su padre no le había querido decir el motivo de la visita, aunque su cara denotaba preocupación.
Cuando salío lo vio pálido. Le abrazó y su padre le devolvió el abrazo con ternura. Le besó en el pelo.
-¿Que te han dicho, papá?
"Que soy estéril, que siempre lo he sido", pensó, y no pudo hablar en mucho tiempo.
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UFFF! CORTO, PERO INTENSO! ¡¡QUÉ FUERTE!!
ResponderEliminarBesitos.